lunes, 29 de junio de 2009

Nada es eterno


Es curioso que todos vivimos como si lo que nos rodea fuera eterno… pero no lo es. Nada es eterno y en estos momentos en los que he tenido que renunciar a mi niña bonita, me niego a vivir lo que tengo de la misma manera.
Siempre pensaba que los errores cometidos se podrían reparar… algún día… Algún día todo se solucionaría… pero ese día nunca llegó. Ella se fue sin que pagara esa deuda.
Mi deuda pendiente la tenía desde el mismo momento en que no supe enseñarla “buenas conductas humanas” y en busca de “expertos” me dejé guiar y la impuse un adiestramiento que fue el principio de su fin. Después de bastante tiempo alejada de todo aquello conseguimos muchas cosas con mi pequeña que hacía que cada minúsculo logro fuera una medalla olímpica para mí, pero el daño estaba hecho. Cada día me arrepiento de ello.
Como son seres tan excepcionales y no nos demuestran más que su amor incondicional aunque les pongamos collares dolorosos en sus cuellos hay quien no se da cuenta del daño emocional que se les causa.
Aten era una perra muy especial. Era sensible hasta el extremo (mis otros cane corsos también lo son aunque no lo parezca por su aspecto) pero su inteligencia era aún mayor y cada experiencia buena o mala la recordaba siempre. Basta decir que de ese adiestramiento que duró varios meses no se recuperó nunca.
Por supuesto que no todos los perros son iguales ni todo el mundo tiene la sensibilidad como para que le importe lo que pueda sentir su perro. Hay quien mientras trabaje bien, el perro está bien y no hay q revisarse la conciencia de lo que le hacen porque mueve su cola y parece un perro feliz. Ese tipo de personas no merecen el amor de su perro. No es correspondido y es un “amor” egoísta y egocéntrico.
Hoy Aten ya no está con nosotros y cuando veo a gente trabajando con sus perros me gustaría poder decirles que lo disfruten, que sean felices y sobre todo que los hagan felices. No siempre se nos da la oportunidad de vivir con ellos 13 años y cada día están ahí para darnos lo mejor que tienen. Se lo debemos.
Por eso precisamente y con la sensación un poco de traición me planteo el seguir adelante. Mis otros perrotes siguen en casa y echan de menos poder jugar y que les dedique tiempo y cariño. Ellos tampoco seguirán ahí por siempre y se lo merecen.
Aten seguirá eterna en mi corazón porque me enseñó mucho, porque la adoraba y porque me quiso como lo hacen todos los perros, sin condiciones y a costa incluso de sí misma. Algo impensable en el género humano.
Hace unos días me dijeron que ella me espera y cuando yo también falte vendrá a buscarme corriendo. Hoy se me encoge el corazón de imaginarlo pero mientras ese momento llega, me queda el rabito contento de mi Demon, la osito de mi Nuka y a mi viejita Noah que espero nos acompañe mucho más, para darles salchichas a mansalva y todas las caricias que necesito repartir. CARPE DIEM.

6 comentarios:

Jane Kelsall dijo...

No puedo estar más de acuerdo Laura. Veo cada día que Morenito tiene más canas en la barbilla y eso me quita un día de vida a mi, preocupada por cuánto se quedará conmigo. En la prueba de OCI el otro día, había perros que me dejaban el corazón en la boca al ver lo cag***s de miedo que parecían con su guía. Me parece una pena que no pueden también disfrutar de estar haciendo un deporte, de vivir su vida y de estar con su guía, su compañero. Hay que disfrutar de la vida y ya porque es muy corta.

Daniela Castro Facco dijo...

Pareciese que para algunos el perro es solo una herramienta para conseguir logros, pero lo que encontramos en ellos un refugio, una amistad y un trabajo en equipo sabemos que no hay nada más lindo que ver trabajar a tu perro feliz con ganas de complacerte y por supuesto devolverle la mano.

Estamos obligados a seguir en la lucha por un trato justo con nuestros compañeros y creo que jamás hay que bajar los brazos.

Claudia Estanislau dijo...

olá Laura tu texto me hay tocado mucho. Aun que el perro que me ha ensenado que un treino mal hecho puede tener muchas consequencias no es nin mio, yo se lo que es que lo explicas. SIento que hay partido tu companero. Abrazos Claudia

Dani Pardos dijo...

Grande, muy grande. Grande es tu corazón y el de toda tu familia. No puedo mas que aplaudiros y estar a vuestro lado.
Un fuerte abrazo a todos/as.
Vuestro amigo Dani.

Pepe dijo...

Realmente precioso lo que has escrito...

Virginia Millares dijo...

Me ha emocionado muchísimo leer tu escrito. Sé lo que se siente cuando un compañero te deja... y estoy segura de que cuando llegue el momento nos reuniremos con ellos.

Mientras tanto, no pienses en lo que hiciste mal, piensa en lo que ahora sabes que antes no conocías y aprovecha todo eso con tus presentes y futuros amigos. Haz sus vidas mejores y transmite lo que sabes a otras personas para que poco a poco cambien las cosas.

Un abrazo muy fuerte