jueves, 23 de octubre de 2008

"Mi amiga Txispa"

Aquí os dejo otro bonito artículo de AEPA Euskadi, esta vez escrito por Iñaki Linaza, donde "Nika" su fiel compañera, nos cuenta sus sensaciones junto a su amiga "Txispa";))...ambas con una labor muy especial y de agradacer.

Aprovecho para recordaros que este fin de semana se celebran las PRIMERAS JORNADAS SOBRE TERAPIAS ASISTIDAS CON PERROS en Leganés...allí nos veremos:))

"Me llamo Nika y hoy cumplo dos años y medio. Creo que esta tarde mi dueño me llevará a jugar con mi mejor amiga, se llama Txispa y nos conocimos hace seis meses. Tiene tres años, es un poco más grande que yo y su pelo es más largo. Desde que nos conocimos, estamos deseando vernos para hacer lo que más nos divierte: jugar. A Txispa le encanta coger cosas y enseñármelas para que yo intente quitárselas, lo que me cuesta un poco… y además, si insisto mucho, ella se enfada. Pero lo mejor de todo, es que si me voy, ella me persigue enseñándome su juguete hasta que consigo quitárselo y entonces salgo corriendo para que no me pille.

Hay días que nos llevan a unas casas muy grandes donde algunas personas andan muy despacito, otras tienen tres patas y otras, en vez de patas, ruedas. Solemos estar con ellos un buen rato y siempre nos reciben con mucho cariño, jugamos con ellos, nos acarician despacito, nos cepillan y nos dan premios, ¡menudo chollo! y sólo por dar la patita, sentarnos, tumbarnos o simplemente, por estar a su lado.

A veces todos nos llaman a la vez: “Nika, Nika, Txispa, Txispa”, ¡vaya lío!, tengo que mirar a mi dueño para saber dónde ir, pero al final da igual, vaya con quien vaya, siempre recibo lo mismo: una caricia y, si hay suerte, una bolita de comida. Txispa me dice que son un poco rácanos, y yo pienso lo mismo, ¡con lo buenas que están las bolitas! En estos sitios también solemos pasear con los que tienen tres piernas, y los que andan con ruedas nos dicen que nos subamos a sus rodillas y nos dan un premio ¡Que fácil! Otras veces, ellos se ponen a hablar con mi dueño y me aburro tanto, que me quedo dormida. Lo mejor es cuando acaban de hablar y otra vez me llaman porque ya se lo que me espera, más caricias y más bolitas. En estos sitios no siempre me encuentro con Txispa, pero cuando nos vemos, estamos aún más contentas. Además cuando salimos, siempre nos dejan jugar un buen rato.

Otros días nos llevan a un sitio muy raro. Al ser tan extraño, sobre todo el primer día, agradecimos a nuestros dueños que nos llevaran a las dos juntas. En este lugar hay muchísimas puertas. Txispa dice que se le hace eterno hasta que llegamos donde nos esperan nuestros amigos. Aquí, todos tienen dos piernas y andan normal, y vaya que si andan, no paran de jugar con nosotras. Nos piden que nos sentemos, nos tumbemos, también nos acarician y, a veces, nos dejan jugar juntas. En este sitio, nos dan muchísimos premios, nos traen agua y se ponen tan contentos con nosotras que parece que nunca hayan visto un perro. Luego, cuando nos vamos, todos nos acarician otra vez y nos caen las últimas bolitas. A Txispa y a mi, nos gustaría quedarnos más tiempo, pero nada, otra vez por el mismo camino de las puertas, abre, cierra, abre, cierra, y además hacen un ruido...

Nuestros dueños también nos llevan a un sitio lleno de olores. Allí no hay nadie que nos acaricie, pero lo pasamos igual de bien. Jugamos juntas, corremos, nos vemos con otros perros y hacemos lo que más nos gusta: oler, oler y oler, ¡qué maravilla! No olvidéis que los perros también necesitamos de la compañía de otros perros y muchas veces, como vosotros, nos sentimos arropados al lado de un buen amigo como en mi caso, Txispa.
"


Muchas gracias Iñaki y AEPA

1 comentario:

Dani Pardos dijo...

Una historia muy bonita....
Felicidades, me encanta vuestra labor...