viernes, 26 de septiembre de 2008

Aprendiendo de los perros

Aquí os dejo uno de los fantásticos artículos de AEPA Euskadi. Aún a los que no os gusta leer mucho...os animo a leerlo hasta el final...OS ENCANTARÁ...por lo menos a mi me enamoró:))

"La filosofía de Nika y Txispa

Como muchos sabréis, en AEPA-Euskadi, además de con otros colectivos, estamos trabajando en dos Centros Gerontológico con nuestras perras Nika y Txispa.

A menudo hemos observado que muchos profesionales que realizan actividades de estimulación cognitiva con personas mayores, como ejercicio mental para sus usuarios, suelen realizar preguntas del tipo: “¿En qué se parece una manzana a una pera?”Generalmente, en lo primero que se fijan estas personas mayores es en marcar la diferencia con respuestas tan dispares como: “No se parecen en nada” o “Son de distinto color”. Si son motivados por el monitor para que se esfuercen un poco más, alguno puede responder: “Las dos son verdes” o “Las dos son redondas”. Y por fin, tras mucho pensar, alguno quizás responda: “Las dos son frutas”.

En AEPA-Euskadi, nos tememos que este sesgo de pensamiento no es único y propio de las personas mayores. Es bastante habitual observarlo en personas de distintas edades y condición social, probablemente como resultado de la educación recibida tendente a presentarnos lo diferente o desconocido como algo “peligroso”. Precisamente esta actitud nos lleva a fomentar la discriminación hacia lo “distinto”: raza, religión, orientación sexual, estatus social, nivel cultural, discapacidades físicas o psíquicas, etc.

El día 30 de mayo de 2007 entramos por primera vez en el Centro Penitenciario de Basauri (Vizcaya) acompañados de nuestras dos perras de asistencia, Nika y Txispa. El objeto de nuestra visita era ofrecer una actividad diferente a un grupo de internos mediante un pequeño curso de adiestramiento en positivo. Sin lugar a dudas, el simple hecho de pensar en entrar por primera vez en una cárcel nos hace sentir, cuando menos, inquietos. El lugar nos impresiona antes de entrar y por qué no decirlo, las personas que nos encontraremos en su interior, también. Sin embargo, Nika y Txispa no opinan lo mismo. Ellas, con su actitud, consiguieron que la entrada en prisión no pudiera ser más agradable y distendida. Los internos fijaron su atención en ellas y nos saludaron de forma muy cordial y cercana. Ellos disfrutaron observando y acariciando a las dos perras y ellas hicieron lo que mejor saben hacer: dar y recibir cariño. La sonrisa de todos fue el denominador común.
Cuando salimos, nos preguntamos: ¿Dónde hemos estado? Mientras tanto, Nika y Txispa jugaban con un palo en el parque.

El día 29 de junio de 2007 entramos por primera vez en el Parlamento Vasco en Vitoria (Alava) acompañados de nuestras dos perras de asistencia, Nika y Txispa. El objeto de nuestra visita era asistir como invitados al pleno donde se iba a debatir la modificación de la ley para perros guía. Sin lugar a dudas, el simple hecho de pensar en entrar por primera vez en un Parlamento nos hace sentir, cuando menos, inquietos. El lugar nos impresiona antes de entrar y por qué no decirlo, las personas que nos encontraremos en su interior, también. Sin embargo, Nika y Txispa no opinan lo mismo. Ellas, con su actitud, consiguieron que nuestra entrada en el Parlamento Vasco no pudiera ser más agradable y distendida. Los parlamentarios fijaron su atención en ellas y nos saludaron de forma muy cordial y cercana. Ellos disfrutaron observando y acariciando a las dos perras y ellas hicieron lo que mejor saben hacer: dar y recibir cariño. La sonrisa de todos fue el denominador común.
Cuando salimos, nos preguntamos: ¿Dónde hemos estado? Mientras tanto, Nika y Txispa jugaban con un palo en el parque.

Aprendamos un poco de Nika y de Txispa.

Gracias a las dos."


8 comentarios:

Dani Pardos dijo...

Desde luego que sí.
Cuantas lecciones y de que calidad mas alta nos dan los perros.

Aitziber y Sandra y (Sony, Tessa y Lucky) dijo...

Sin comentarios, sin palabras me he quedado!!

Los perros son.........únicos.........la caña!! Ya podíamos aprender un poquito, aunque sólo sea un poquito, los humanos.

Lametazos para Nika y Txispa.

ausie dijo...

Desde luego el texto tiene una muy buena moraleja.
Me ha gustado mucho y esto que hacen los perros me encanta porque son los únicos compañeros en que tengo que jamás me dicen:
- Cuanto he engordado, a ver si te cuidas un poco.
- La comida te ha salido sosa.
- ¿De donde vienes?
Mas bien se pasan el día diciéndome.
- Que alegría verte.
- Cuanto te quiero.
- ¿Jugamos?
- Donde tu vallas yo intentaré estar.

Daniela Castro Facco dijo...

Que lindooooooooooooo el texto, me llena de felicidad saber que los perros siempre sacan lo mejor de nosotros. Yo me emociono tan facil cuando se trata de perros y lo que relatan me lleno de emoción......

Richard y(Sony-Tessa-Lucky) dijo...

Bienvenida Daniela!! Me alegro un montón que te animes a participar:))...y espero seguir contando contigo para que colabores con tus conocimientos y experiencia en esta gran "mesa redonda" de opiniones a veces dispares...pero con un objetivo común...muy "POSITIVO";))
Y enhorabuena por tu fantástico Blog "Adiestramiento, Agility y Etología" (que por cierto lo tenemos en la lista de Blogs interesantes), el cual os recomiendo a todos.
Un saludo

Rebeca dijo...

Un artículo precioso, y que a mí personalmente me ha hecho recapacitar. Creo que deberíamos aprender de los perros y ver la vida de un modo "más simple" para así poder disfrutar y aprovechar cada momento, pienso que muchas veces estamos tan ocupados en ir más allá que no vemos lo que tenemos delante de nuestras narices.

Pues nada, miremos la vida de manera más positiva, y sobre todo yo me he quedado con la idea de que deberíamos dar mucho más de lo que damos sin esperar nada a cambio.

Un saludo.

Daniela Castro Facco dijo...

Ahhh mcuhas gracias parece que el mundo que rodea a los perros es uno paralelo lleno de puras cosas buenas, parece ser la razón de la cual muchos decidimos ver el mundo desde la altura de un perro, y con una visión más amplia como la de los perros y con un olfato que nos hace distinguir a los nuestros.

Anónimo dijo...

Un artículo precioso, y lo que me cabrea es que haya gente que los trate como los trata: a patadas, a balazos, con palos..... tenemos tanto que aprender de ellos, nos iría mucho mejor a todos desde luego....